martes, 2 de julio de 2013

Traer hijos con amor







  


LA FAMILIA: Taller de construcción del Ser Humano
LO BUENO O LO MALO, SE ORIGINA EN EL SENO DEL HOGAR

Traer Hijos al mundo no debe ser un juego

Por: Hernán Orlando Barrios Montes
No dejaremos de insistir que los comportamientos buenos o malos y los traumas que mujeres y  hombres tienen que cargar en su paso por el mundo, fundamentalmente se originan con el ejemplo y la educación que los padres les entregan en la niñez; no se requiere ser sicólogo o profesional  en la  materia para entender esta realidad; si las mamás y los papás se prepararan para cumplir su delicada tarea y estuvieran atentos para observar a sus hijos y los ejemplos de conductas que se nos presentan a diario en tantas personas, en el ámbito local, nacional e internacional, ajustarían sus cuidados para entregarles pautas edificantes de vida a sus herederos.


El amor y la ternura de los padres comprometidos, forman y educan ciudadanos para la vida y la felicidad.



Los adultos piensan que los niños desde el momento del nacimiento, ya traen incorporado el desarrollo mental maduro o completo para interpretar lo que los grandes les expresan o para defenderse en muchísimos casos de los maltratos o acciones desventajosas que los grandes, a veces con alcahueterías o con autoritarismos   exagerados, cometen contra los pequeños, cuya marca sicológica y mental no se borrará jamás del cerebro de los afectados; entonces, las mamás y los papás deberían poseer la plena conciencia y el debido conocimiento para no  confundir a las niñas y a los niños, con canecas de basuras o desechos, a los cuales podemos depositar cualquier contenido sin que protesten en la más mínima manifestación de rechazo.
Espejos sobre lo anterior se pueden encontrar a montones; los que se están viendo la novela, Escobar, el Patrón del Mal, que se está pasando por el Canal Caracol, han podido comprender, si han estado atentos al fondo del asunto, que la picardía y la ambición que caracterizaban a Pablo Escobar Gaviria, fue heredado de su mamá al inculcarle que “¡cuando se va hacer algo malo, hay que saberlo hacer!” o cuando le decía “¡hay que ser vivo, no hay que dejarse coger tonto!”; si con esos fundamentos fue construida la personalidad de Escobar Gaviria, ahí están los resultados en la historia de Colombia, que muestra de manera sucinta el mencionado seriado; Adolfo Hitler, austriaco de origen judío, fue víctima de maltrato, junto con su madre de un padre borracho, cuyo atropello anidó en Hitler un odio de tal magnitud que originó más de 70 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial.
En nuestro medio, tanto local, regional y nacional, abundan casos de abusos y maltrato de niñas y niños, que cuando llegan a ser personas adultas, causan hechos de tal gravedad, que aterran por la insensibilidad como los cometen; nadie puede olvidar los hechos de brutalidad de Garavito, que asesinó a más de 130 niños, después de haber abusado sexualmente de ellos; hoy Colombia entera se ha levantado contra Javier Velasco Velázquez, por haber  violado y asesinado brutalmente el miércoles 23  de mayo, como casi todo el mundo conoce, a su compañera con la que estudiaba bachillerato, Rosa Elvira Cely, quien deja huérfana una niña de 12 años; estos y otros son los casos que se conocen de malformación de los seres humanos, pero, ¿ a qué conclusión debemos llegar?; que lo  común y lo que  identifica a estos individuos es, que fueron maltratados y no formados como seres humanos de bien.

Los buenos padres producen estas escenas de hijos bondadosos y solidarios.

Por el otro lado están los hechos y los ejemplos edificantes y positivos que corroboran lo  que hemos venido sosteniendo; Albert Einstein, fue calificado por unos profesores acelerados, de retardo mental y de no tener aptitudes para estudiar y aprender, pero sus padres no se amilanaron procurando conseguir que profesionales en la materia, lo declararan como un muchacho con un índice intelectual elevado; Albert Einstein, es el físico alemán más destacado en la historia de la ciencia, constituyéndose en el Padre de la Teoría de la Relatividad. Hechos como el de Einstein, en Colombia se consiguen a granel; Manuel Elkin Patarroyo, padre del autor de la Vacuna contra la Malaria, cada vez que se sentaba con sus hijos en la mesa del comedor les decía: “Hijos no se les olvide que los seres humanos venimos a este mundo para servir y ayudar a la gente, que detrás de eso viene la fama y el dinero”; observen que el dinero es el último en la recomendación del viejo Patarroyo a sus hijos, que son 12 y todos son de nivel científico. Recordamos que en otro escrito, reseñamos el ejemplo de Marcos Fidel Suárez, que siendo hijo de una lavandera, llegó a ser uno de los más grandes filólogos del mundo y fue elegido Presidente de Colombia.


Hay científicos y expertos en educación, que sostienen que todas las niñas y los niños cuando nacen son superdotados, pero que muchos padres y madres en el hogar estropean la excelencia del ser humano, con ejemplos y guías educativas equivocadas y deshumanizantes.
Es bueno que las mamás y los papás se esfuercen para hacer feliz a sus hijos; el amor y la ternura con la compañía de la disciplina y el buen ejemplo, ayudan a formar seres para la excelencia; por el contrario, el trato brutal, el desafecto y los ejemplos torcidos y degradantes, llevan a los individuos a conductas reprochables, con las cuales se hacen daño así mismo, a su familia, a sus amigos y a los demás.
Traer hijos al mundo no debe ser un juego, tiene que ser un acto de amor, responsabilidad y de agradecimiento con la vida.







           

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