domingo, 9 de junio de 2013

Nadie Nace aprendido LA FAMILIA: Taller de construcción del ser humano “Nadie nace aprendido” Por: Hernán Orlando Barrios Montes * “Nadie nace aprendido”, es un proverbio que hemos escuchado toda la vida, pero creemos que ha pasado de agache esta tremenda enseñanza popular, que de ser aplicado en su justa medida, daría unos resultados bastante halagadores en la formación del ser humano; ¿pero quienes están obligados, en primer lugar, a practicar el refrán al que nos hemos referido? Indudablemente, los que están en primera fila para cumplir esa responsabilidad, son los que han decidido traer hijos a este mundo, que cada día, se ha vuelto más violento y riesgoso; esa es una tarea obligada de mamá y papá, en darles a sus hijos, que no pidieron y ni decidieron ser engendrados, la debida educación desde el nacimiento y los elementos básicos del conocimiento, que después serán fortalecidos por los maestros, ocupando el papel de segundos padres. Nada es más bello en la existencia del ser humano, que ser padres, por múltiples argumentos, que en este espacio no vamos extendernos; pero por ejemplo, ser mamá y papá, es tan edificante, significativo y enaltecedor en las personas, que los hijos nos dan la oportunidad de prolongar nuestras vidas, en el hilo de su coexistencia; los retoños, también le ofrecen a sus progenitores vitalidad, esperanzas y motivos para encontrarle sentido a sus propósitos de lucha; los hijos son los eslabones que unen al hombre y la mujer, pero además son la base para la creación de la familia, fundamento de la sociedad y el origen del Estado; ¿entonces que ha pasado con esa célula de la organización social, que ha perdido el rumbo de su misión y en muchos casos no produce los frutos a los que está llamada cosechar? Para responder un poco, el interrogante último que hemos planteado, podemos decir que con familia, el ser humano y otras creaciones de la invención del hombre y la mujer, las tomamos como hechos naturales y no de tipo cultural como en realidad son estos fenómenos sociales; es decir, la familia y el ser humano como tal, no están hechos en la naturaleza, sino que son iniciativas exclusivas de la enorme capacidad de transformación que distingue a la especie humana; en esa evolución que requieren los individuos desde el momento que nacen, de pasar de seres biológicos a la categoría de Seres Humanos, es donde entra a jugar un papel de “Alto Turmequé”, mamá y papá, en la construcción de hombres o mujeres con atributos de verdadera dignidad humana. Infortunadamente, en las familias se ha descuidado demasiado la educación y la autoridad, entendida esta como ayudar a crecer, que los padres deben fomentar, en todo momento, en sus muchachos; pero además se han confundido, los roles que deben desempeñar cada uno de los progenitores; se olvida o no se pone en práctica, que la madre ha sido la más grande administradora en toda la historia de la humanidad; que ella es la fuente de la ternura, de la seguridad, refugio de los tormentos y las tribulaciones; pero además es la mamá es el regazo de toda la familia y la primera en reconocer a sus hijos; por ello el mejor regalo que un padre le puede dar a sus hijos, es que quieran mucho a su mamá, razón suficiente para que las mujeres cumplan a cabalidad, la función o el rol de ser verdaderas madres, ya que es clave en la crianza de sus hijos. Por otro lado la presencia de la figura del padre en la familia, es determinante en la constitución de la personalidad de los que están en proceso de formación ; el papá no es muy bueno para las caricias a sus hijos, pero es el que más confianza y sentimientos definidos genera frente a ellos; el padre marca los tiempos familiares, el respeto y define los roles sexuales en sus hijos y como si fuera poco, es él que abre los ojos a la acción social de sus descendientes; tamaña responsabilidad la que corresponde a los papás en el seno de su hogar en la conducción de los muchachos, pero con frecuencia constatamos a diario que esa relevante función está pasando de moda, con lo cual se origina un grave daño a las personas en su formación y en la crianza de las mismas. Saludable sería para la sociedad y para el ser humano, unir armoniosamente el rol del padre y con la función de la madre, que hasta jugar juntos con sus niños o jóvenes, sería más estimulante que cualquier regalo físico, porque se estaría aplicando el principio de “Mente Sana en Cuerpo Sano”.





LA FAMILIA: Taller de Construcción del Ser Humano 


“Nadie nace aprendido”
Por: Hernán Orlando Barrios Montes *


“Nadie nace aprendido”, es un proverbio  que hemos escuchado toda la vida, pero creemos que ha pasado de agache esta tremenda enseñanza popular, que de  ser aplicado en su justa medida, daría unos resultados bastante halagadores en la formación del ser humano; ¿pero quienes están obligados, en primer lugar, a practicar el refrán al que nos hemos referido? Indudablemente, los que están en primera fila para cumplir esa responsabilidad, son los que han decidido traer hijos a este mundo, que cada día, se ha vuelto más violento y riesgoso; esa es una tarea obligada de mamá y papá, en darles a sus hijos, que no pidieron y ni decidieron ser engendrados, la debida educación desde el nacimiento y los elementos básicos del conocimiento, que después serán fortalecidos por los maestros, ocupando el papel de segundos padres.

Nada es más bello en la existencia del ser humano, que ser padres, por múltiples argumentos, que en este espacio no vamos extendernos; pero por ejemplo, ser mamá y papá, es tan edificante, significativo y enaltecedor en las personas, que los hijos nos dan la oportunidad de prolongar nuestras  vidas,  en el hilo de su coexistencia; los retoños, también le ofrecen a sus progenitores vitalidad, esperanzas y motivos para encontrarle sentido a sus propósitos de lucha; los hijos son los eslabones que unen al hombre y la mujer, pero  además son la base para la creación de la familia, fundamento de la sociedad  y el origen del Estado; ¿entonces que ha pasado con esa célula de la organización social, que ha perdido el rumbo de su misión y en muchos casos no produce los frutos a los que está llamada cosechar?

Para responder un poco, el interrogante último que hemos planteado, podemos decir que con familia, el ser humano y otras creaciones de la invención del hombre y la mujer, las tomamos como hechos naturales y no de tipo cultural como en realidad son estos fenómenos sociales;  es decir, la familia y el ser humano como tal, no están hechos en la naturaleza, sino que son iniciativas exclusivas de la enorme capacidad de transformación que distingue a la especie humana; en esa evolución  que requieren los individuos desde el momento que nacen, de pasar de seres biológicos a la categoría de Seres Humanos,  es donde entra a jugar un papel de “Alto Turmequé”, mamá y papá, en la construcción de hombres o mujeres con atributos de verdadera dignidad humana.

Infortunadamente, en las familias se ha descuidado demasiado la educación y la autoridad, entendida esta como ayudar a crecer, que los padres deben fomentar, en todo momento, en sus muchachos; pero además se han confundido, los roles que deben desempeñar cada uno de los progenitores; se olvida o no se pone en práctica, que la madre ha sido la más grande administradora en toda la historia de la humanidad; que ella es la fuente de la ternura, de la seguridad, refugio de los tormentos y las tribulaciones; pero además es  la mamá es el regazo de toda la familia y la primera en reconocer a sus hijos; por ello el mejor regalo que un padre le puede dar a sus hijos, es que quieran mucho a su mamá, razón suficiente para que las mujeres cumplan a cabalidad, la función o el  rol de ser verdaderas madres, ya que es clave en la crianza de sus hijos.

Por otro lado la presencia de la figura del padre en la familia, es determinante en la constitución de la personalidad de los que están en proceso de formación ; el papá no es muy bueno para las caricias a sus hijos, pero es el que más confianza y sentimientos definidos genera frente a ellos; el padre marca los tiempos familiares, el respeto y define los roles sexuales en sus hijos y como si fuera poco, es él el que abre los ojos a la acción social de sus descendientes; tamaña responsabilidad la que corresponde a los papás en el seno de su hogar en la conducción de los muchachos, pero con frecuencia constatamos a diario que esa relevante función está pasando de moda, con lo cual se origina un grave daño a las personas en su formación y en la  crianza de las mismas.

Saludable sería para la sociedad y para el  ser humano, unir armoniosamente el rol del padre y con la función de la madre, que hasta jugar juntos con sus niños o jóvenes, sería más estimulante que cualquier regalo físico, porque se estaría aplicando el principio  de “Mente Sana en Cuerpo Sano”.

 * Director-editor del periódico GRITO..., con sede en Puerto Boyacá, departamento de Boyacá-Colombia














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